Sobre la bandera del racismo el etnocidio construyó su religión y predicó la moral esclava el perdón en la desidia y la base cultural de la expropiación y así el edén se reinventó mientras socializa sobre la tradición.Y ese dogma reaccionario del fascista disfrazado de predicador nos educó con la otra mejilla cacheteada por la farsa en conformismo y sumisión en la redención, porque el edén nunca existió, todos sus valores mueren hoy en su Dios.


DIOS MURIÓ.

1 comentario:

Daniela dijo...

El tuyo esta mui lindo (L)
un besito :)